Naciones Unidas E/2005/30

 

Consejo Económico y Social Distr. general

10 de agosto de 2005

Español

Original: inglés

 

 

2005/30

Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de

derechos humanos y violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones

 

El Consejo Económico y Social,

 

Tomando nota de la resolución 2005/35 de la Comisión de Derechos Humanos, de 19 de abril de 2005, en la que la Comisión aprobó el texto de los Principios y di- rectrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones de las normas in- ternacionales de derechos humanos y del derecho internacional humanitario a inter- poner recursos y obtener reparaciones,

 

1. Expresa su agradecimiento a la Comisión por la aprobación de los Prin- cipios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones de las normas internacionales de derechos humanos y del derecho internacional humanita- rio a interponer recursos y obtener reparaciones;

 

2. Aprueba los Principios y directrices básicos contenidos en el anexo a la presente resolución;

 

3. Recomienda a la Asamblea General que apruebe los Principios y directri- ces básicos.

 

38ª sesión plenaria

25 de julio de 2005

 

Anexo

Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones

 

Preámbulo

 

La Comisión de Derechos Humanos,

 

Recordando las disposiciones que reconocen el derecho a un recurso a las vícti- mas de violaciones de las normas internacionales de derechos humanos, disposiciones que figuran en numerosos instrumentos internacionales, en particular el artículo 8 de la Declaración Universal de Derechos Humanos102, el artículo 2 del Pacto Interna- cional de Derechos Civiles y Políticos103, el artículo 6 de la Convención Internacio- nal sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial104, el artí- culo 14 de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhuma- nos o Degradantes105, el artículo 39 de la Convención sobre los Derechos del Ni- ño106, así como a las víctimas de violaciones del derecho internacional humanitario, disposiciones que figuran en el artículo 3 de la Convención de La Haya de 18 de

 

 

102 Resolución 217 A (III) de la Asamblea General.

103 Véase la resolución 2200 A (XXI) de la Asamblea General, anexo.

104 Resolución 2106 A (XX) de la Asamblea General, anexo.

105 Naciones Unidas Treaty Series, vol. 1465, No. 24841.

106 Ibíd., vol. 1577, No. 27531.

Nota: En el presente documento se reproduce, a título informativo, el texto provisional de la decisión adoptada por el Consejo en su período de sesiones sustantivo de 2005. Los tex- tos definitivos se publicarán en Documentos Oficiales del Consejo Económico y Social,

2005, Suplemento No. 1 (E/2005/99).

 

1

05-45805 (S) 160905 160905

 

 

octubre de 1907, relativa a las leyes y costumbres de la guerra terrestre (Convención

No. IV)107, en el artículo 91 del Protocolo adicional de los Convenios de Ginebra de

12 de agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos ar- mados internacionales (Protocolo I)108, de 8 de junio de 1977, y en los artículos 68 y 75 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional109,

 

Recordando las disposiciones que reconocen el derecho a un recurso a las víc- timas de violaciones de las normas internacionales de derechos humanos en diversos convenios regionales, en particular el artículo 7 de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, el artículo 25 de la Convención Americana sobre Dere- chos Humanos y el artículo 13 del Convenio Europeo para la Protección de los De- rechos Humanos y de las Libertades Fundamentales,

 

Recordando la Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder, resultante de los debates del Séptimo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, así como la resolución 40/34, de 29 de noviembre de 1985, en la que la Asamblea General aprobó el texto recomendado en ese Congreso,

 

Reafirmando los principios enunciados en la Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder, entre ellos que las víctimas serán tratadas con compasión y respeto a su dignidad, que se respetará plenamente su derecho a acceder a los mecanismos de justicia y repara- ción, y que se fomentará el establecimiento, fortalecimiento y ampliación de fondos nacionales para indemnizar a las víctimas, juntamente con el rápido establecimiento de derechos y recursos apropiados para ellas,

Observando que el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional109 requie- re el establecimiento de “principios aplicables a la reparación, incluidas la restitu- ción, la indemnización y la rehabilitación”, obliga a la Asamblea de los Estados Partes a establecer un fondo fiduciario en beneficio de las víctimas de crímenes que son de la competencia de la Corte, así como en beneficio de sus familias, y enco- mienda a la Corte que adopte las medidas adecuadas “para proteger la seguridad, el bienestar físico y psicológico, la dignidad y la vida privada de las víctimas” y que permita la participación de éstas en todas “las fases del juicio que considere conveniente”,

 

Afirmando que los principios y directrices aquí enunciados se aplican a las violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y a las violaciones graves del derecho internacional humanitario, que por su carácter muy grave constituyen una afrenta a la dignidad humana,

 

Destacando que los principios y directrices que figuran en el presente docu- mento no entrañan nuevas obligaciones jurídicas internacionales o nacionales, sino que indican mecanismos, modalidades, procedimientos y métodos para el cumpli- miento de las obligaciones jurídicas existentes conforme a las normas internacionales

 

 

107 Véase Dotación Carnegie para la Paz Internacional, Las Convenciones y Declaraciones de La

Haya de 1899 y 1907 (Nueva York, Oxford University Press, 1915).

108 Naciones Unidas, Treaty Series, vol. 1125, No. 17512.

109 Documentos Oficiales de la Conferencia Diplómática de Plenipotenciarios de las Naciones

Unidas sobre el establecimiento de una corte penal internacional, Roma, 15 de junio a 17 de

julio de 1998, vol. I: Documentos finales (publicación de las Naciones Unidas, número de venta: S.02.I.5), secc. A.

 

 

de derechos humanos y al derecho internacional humanitario, que son complementa- rios, aunque diferentes en su contenido,

 

Recordando que el derecho internacional contiene la obligación de enjuiciar a los perpetradores de determinados crímenes internacionales conforme a las obliga- ciones internacionales de los Estados y a los requisitos del derecho interno o con- forme a lo dispuesto en los estatutos aplicables de los órganos judiciales internacio- nales, y que la obligación de enjuiciar refuerza las obligaciones jurídicas internacio- nales que deben cumplirse de conformidad con los requisitos y procedimientos jurí- dicos nacionales y favorece el concepto de complementariedad,

 

Observando asimismo que las formas contemporáneas de victimización, aun- que dirigidas esencialmente contra personas, pueden estar dirigidas además contra grupos de personas, tomadas como objetivo colectivamente,

 

Reconociendo que, al hacer valer el derecho de las víctimas a interponer recur- sos y obtener reparaciones, la comunidad internacional hace honor a su palabra res- pecto del sufrimiento de las víctimas, los supervivientes y las generaciones futuras, y reafirma los principios jurídicos internacionales de responsabilidad, justicia y Es- tado de derecho,

 

Convencida de que, al adoptar un enfoque orientado a las víctimas, la comuni- dad internacional afirma su solidaridad humana con las víctimas de violaciones del derecho internacional, incluidas violaciones de las normas internacionales de dere- chos humanos y del derecho internacional humanitario, así como con la humanidad en general, de conformidad con los siguientes principios y directrices básicos.

 

Aprueba los siguientes Principios básicos:

 

I.     Obligación de respetar, asegurar que se respeten y aplicar las normas internacionales de derechos humanos y el derecho internacional humanitario

 

1. La obligación de respetar, asegurar que se respeten y aplicar las normas inter- nacionales de derechos humanos y el derecho internacional humanitario según lo previsto en los respectivos ordenamientos jurídicos dimana de:

 

a) Los tratados en los que un Estado sea Parte;

 

b) El derecho internacional consuetudinario;

 

c) El derecho interno de cada Estado.

 

2. Si no lo han hecho ya, los Estados se asegurarán, según requiere el derecho internacional, de que su derecho interno sea compatible con sus obligaciones jurídi- cas internacionales del modo siguiente:

 

a) Incorporando las normas internacionales de derechos humanos y el dere- cho internacional humanitario a su derecho interno o aplicándolas de otro modo en su ordenamiento jurídico interno;

 

b) Adoptando procedimientos legislativos y administrativos apropiados y eficaces y otras medidas apropiadas que den un acceso equitativo, efectivo y rápido a la justicia;

 

c) Disponiendo para las víctimas los recursos suficientes, eficaces, rápidos y apropiados que se definen más abajo, incluida la reparación;

 

 

d) Asegurando que su derecho interno proporcione como mínimo el mismo grado de protección a las víctimas que imponen sus obligaciones internacionales.

 

II. Alcance de la obligación

 

3. La obligación de respetar, asegurar que se respeten y aplicar las normas inter- nacionales de derechos humanos y el derecho internacional humanitario según lo previsto en los respectivos ordenamientos jurídicos comprende, entre otros, el deber de:

 

a) Adoptar disposiciones legislativas y administrativas y otras medidas apropiadas para impedir las violaciones;

 

b) Investigar las violaciones de forma eficaz, rápida, completa e imparcial y, en su caso, adoptar medidas contra los presuntos responsables de conformidad con el derecho interno e internacional;

 

c) Dar a quienes afirman ser víctimas de una violación de sus derechos hu- manos o del derecho humanitario un acceso equitativo y efectivo a la justicia, como se describe más adelante, con independencia de quién resulte ser en definitiva el responsable de la violación; y

 

d) Proporcionar a las víctimas recursos eficaces, incluso reparación, como se describe más adelante.

 

III. Violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y violaciones graves del derecho internacional humanitario que constituyen crímenes en virtud del derecho internacional

 

4. En los casos de violaciones manifiestas de las normas internacionales de dere- chos humanos y violaciones graves del derecho internacional humanitario que cons- tituyen crímenes en virtud del derecho internacional, los Estados tienen la obliga- ción de investigar y, si hay pruebas suficientes, enjuiciar a las personas presunta- mente responsables de las violaciones y, si se las declara culpables, la obligación de castigarlas. Además, en estos casos los Estados deberán, en conformidad con el de- recho internacional, cooperar mutuamente y ayudar a los órganos judiciales interna- cionales competentes a investigar y perseguir penalmente tales violaciones.

 

5. Con tal fin, cuando así lo disponga un tratado aplicable o lo exija otra obliga- ción jurídica internacional, los Estados incorporarán o aplicarán de otro modo den- tro de su derecho interno las disposiciones apropiadas relativas a la jurisdicción uni- versal. Además, cuando así lo disponga un tratado aplicable o lo exija otra obliga- ción jurídica internacional, los Estados deberán facilitar la extradición o entrega de los culpables a otros Estados y a los órganos judiciales internacionales competentes y prestar asistencia judicial y otras formas de cooperación para la administración de la justicia internacional, en particular asistencia y protección a las víctimas y a los testigos, conforme a las normas jurídicas internacionales de derechos humanos y sin perjuicio de disposiciones jurídicas internacionales tales como las relativas a la prohibición de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.

 

IV. Prescripción

 

6. Cuando así se disponga en un tratado aplicable o forme parte de otras obligaciones jurídicas internacionales, no prescribirán las violaciones manifiestas de

 

 

las normas internacionales de derechos humanos ni las violaciones graves del derecho internacional humanitario que constituyan crímenes en virtud del derecho internacional.

 

7. Las disposiciones nacionales sobre la prescripción de otros tipos de violacio- nes que no constituyan crímenes en virtud del derecho internacional, incluida la prescripción de las acciones civiles y otros procedimientos, no deberían ser excesi- vamente restrictivas.

 

V. Víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario

 

8. A los efectos del presente documento, se entenderá por víctima a toda persona que haya sufrido daños individual o colectivamente, incluidas lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdidas económicas o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que cons- tituyan una violación manifiesta de las normas internacionales de derechos humanos o una violación grave del derecho internacional humanitario. Cuando corresponda, y en conformidad con el derecho interno, el término “víctima” también comprenderá a la familia inmediata o las personas a cargo de la víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para prestar asistencia a víctimas en peligro o para impedir la victimización.

 

9. Una persona será considerada víctima con independencia de si el autor de la violación ha sido identificado, aprehendido, juzgado o condenado y de la relación familiar que pueda existir entre el autor y la víctima.

 

VI. Tratamiento de las víctimas

 

10. Las víctimas deben ser tratadas con humanidad y respeto de su dignidad y sus derechos humanos, y han de adoptarse las medidas apropiadas para garantizar su se- guridad, su bienestar físico y psicológico y su intimidad, así como los de sus fami- lias. El Estado debe velar por que, en la medida de lo posible, su derecho interno disponga que las víctimas de violencias o traumas gocen de una consideración y atención especiales, para que los procedimientos jurídicos y administrativos desti- nados a hacer justicia y conceder una reparación no den lugar a un nuevo trauma.

 

VII. Derecho de las víctimas a disponer de recursos

 

11. Entre los recursos contra las violaciones manifiestas de las normas internacio- nales de derechos humanos y las violaciones graves del derecho internacional hu- manitario figuran los siguientes derechos de la víctima, conforme a lo previsto en el derecho internacional:

 

a) Acceso igual y efectivo a la justicia;

 

b) Reparación adecuada, efectiva y rápida del daño sufrido;

 

c) Acceso a información pertinente sobre las violaciones y los mecanismos de reparación.

 

 

VIII. Acceso a la justicia

 

12. La víctima de una violación manifiesta de las normas internacionales de dere- chos humanos o de una violación grave del derecho internacional humanitario ten- drá un acceso igual a un recurso judicial efectivo, conforme a lo previsto en el dere- cho internacional. Otros recursos de que dispone la víctima son el acceso a órganos administrativos y de otra índole, así como a mecanismos, modalidades y procedi- mientos utilizados conforme al derecho interno. Las obligaciones resultantes del de- recho internacional para asegurar el derecho al acceso a la justicia y a un procedi- miento justo e imparcial deberán reflejarse en el derecho interno. A tal efecto, los Estados deben:

 

a) Dar a conocer, por conducto de mecanismos públicos y privados, infor- mación sobre todos los recursos disponibles contra las violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y las violaciones graves del derecho internacional humanitario;

 

b) Adoptar medidas para minimizar los inconvenientes a las víctimas y sus representantes, proteger su intimidad contra injerencias ilegítimas según proceda y protegerlas de actos de intimidación y represalia, así como a sus familiares y testi- gos, antes, durante y después del procedimiento judicial, administrativo o de otro tipo que afecte a los intereses de las víctimas;

 

c) Facilitar asistencia apropiada a las víctimas que tratan de acceder a la justicia;

 

d) Utilizar todos los medios jurídicos, diplomáticos y consulares apropiados para que las víctimas puedan ejercer su derecho a interponer recursos por violacio- nes manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos o por violaciones graves del derecho internacional humanitario.

 

13. Además del acceso individual a la justicia, los Estados han de procurar esta- blecer procedimientos para que grupos de víctimas puedan presentar demandas de reparación y obtener reparación, según proceda.

 

14. Los recursos adecuados, efectivos y rápidos contra las violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos o las violaciones graves del de- recho internacional humanitario han de comprender todos los procedimientos inter- nacionales disponibles y apropiados a los que tenga derecho una persona y no debe- rían redundar en detrimento de ningún otro recurso interno.

 

IX. Reparación de los daños sufridos

 

15. Una reparación adecuada, efectiva y rápida tiene por finalidad promover la justicia, remediando las violaciones manifiestas de las normas internacionales de de- rechos humanos o las violaciones graves del derecho internacional humanitario. La reparación ha de ser proporcional a la gravedad de las violaciones y al daño sufrido. Conforme a su derecho interno y a sus obligaciones jurídicas internacionales, los Estados concederán reparación a las víctimas por las acciones u omisiones que puedan atribuirse al Estado y constituyan violaciones manifiestas de las normas in- ternacionales de derechos humanos o violaciones graves del derecho internacional humanitario. Cuando se determine que una persona natural o jurídica u otra entidad está obligada a dar reparación a una víctima, la parte responsable deberá conceder

 

 

reparación a la víctima o indemnizar al Estado si éste hubiera ya dado reparación a la víctima.

 

16.     Los Estados han de procurar establecer programas nacionales de reparación y otra asistencia a las víctimas cuando el responsable de los daños sufridos no pueda o no quiera cumplir sus obligaciones.

 

17. Los Estados ejecutarán, con respecto a las reclamaciones de las víctimas, las sentencias de sus tribunales que impongan reparaciones a las personas o entidades responsables de los daños sufridos, y procurarán ejecutar las sentencias extranjeras válidas que impongan reparaciones con arreglo al derecho interno y a las obligacio- nes jurídicas internacionales. Con ese fin, los Estados deben establecer en su dere- cho interno mecanismos eficaces para la ejecución de las sentencias que obliguen a reparar daños.

 

18. Conforme al derecho interno y al derecho internacional, y teniendo en cuenta las circunstancias de cada caso, se debería dar a las víctimas de violaciones mani- fiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario, de forma apropiada y proporcional a la gra- vedad de la violación y a las circunstancias de cada caso, una reparación plena y efectiva, según se indica en los principios 19 a 23, en las formas siguientes: restitu- ción, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición.

 

19. La restitución, siempre que sea posible, ha de devolver a la víctima a la situa- ción anterior a la violación manifiesta de las normas internacionales de derechos humanos o la violación grave del derecho internacional humanitario. La restitución comprende, según corresponda, el restablecimiento de la libertad, el disfrute de los derechos humanos, la identidad, la vida familiar y la ciudadanía, el regreso a su lugar de residencia, la reintegración en su empleo y la devolución de sus bienes.

 

20.     La indemnización ha de concederse, de forma apropiada y proporcional a la gravedad de la violación y a las circunstancias de cada caso, por todos los perjuicios económicamente evaluables que sean consecuencia de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos o violaciones graves del derecho internacional humanitario, tales como los siguientes:

 

a) El daño físico o mental;

 

b) La pérdida de oportunidades, en particular las de empleo, educación y prestaciones sociales;

 

c) Los daños materiales y la pérdida de ingresos, incluido el lucro cesante;

 

d) Los perjuicios morales;

 

e) Los gastos de asistencia jurídica o de expertos, medicamentos y servicios médicos y servicios psicológicos y sociales.

 

21. La rehabilitación ha de incluir la atención médica y psicológica, así como ser- vicios jurídicos y sociales.

 

22. La satisfacción ha de incluir, cuando sea pertinente y procedente, la totalidad o parte de las medidas siguientes:

 

a) Medidas eficaces para conseguir la cesación de las violaciones continuadas;

 

 

b) La verificación de los hechos y la revelación pública y completa de la verdad, en la medida en que esa revelación no provoque más daños o amenace la se- guridad y los intereses de la víctima, de sus familiares, de los testigos o de personas que han intervenido para ayudar a la víctima o impedir que se produzcan nuevas violaciones;

 

c) La búsqueda de las personas desaparecidas, de las identidades de los ni- ños secuestrados y de los cadáveres de las personas asesinadas, y la ayuda para re- cuperarlos, identificarlos y volver a inhumarlos según el deseo explícito o presunto de la víctima o las prácticas culturales de su familia y comunidad;

 

d) Una declaración oficial o decisión judicial que restablezca la dignidad, la reputación y los derechos de la víctima y de las personas estrechamente vinculadas a ella;

 

e) Una disculpa pública que incluya el reconocimiento de los hechos y la aceptación de responsabilidades;

 

f) La aplicación de sanciones judiciales o administrativas a los responsables de las violaciones;

 

g) Conmemoraciones y homenajes a las víctimas;

 

h) La inclusión de una exposición precisa de las violaciones ocurridas en la enseñanza de las normas internacionales de derechos humanos y del derecho inter- nacional humanitario, así como en el material didáctico a todos los niveles.

 

23. Las garantías de no repetición han de incluir, según proceda, la totalidad o parte de las medidas siguientes, que también contribuirán a la prevención:

 

a) El ejercicio de un control efectivo de las autoridades civiles sobre las fuerzas armadas y de seguridad;

 

b) La garantía de que todos los procedimientos civiles y militares se ajustan a las normas internacionales relativas a las garantías procesales, la equidad y la im- parcialidad;

 

c) El fortalecimiento de la independencia del poder judicial;

 

d) La protección de los profesionales del derecho, la salud y la asistencia sanitaria, la información y otros sectores conexos, así como de los defensores de los derechos humanos;

 

e) La educación, de modo prioritario y permanente, de todos los sectores de la sociedad respecto de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario y la capacitación en esta materia de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, así como de las fuerzas armadas y de seguridad;

 

f) La promoción de la observancia de los códigos de conducta y de las nor- mas éticas, en particular las normas internacionales, por los funcionarios públicos, inclusive el personal de las fuerzas de seguridad, los establecimientos penitencia- rios, los medios de información, la salud, la psicología, los servicios sociales y las fuerzas armadas, además del personal de empresas comerciales;

 

g) La promoción de mecanismos destinados a prevenir, vigilar y resolver los conflictos sociales;

 

 

h) La revisión y reforma de las leyes que contribuyan a las violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y a las violaciones graves del derecho humanitario o las permitan.

 

X.     Acceso a información pertinente sobre violaciones y mecanismos de reparación

 

24. Los Estados han de arbitrar medios de informar al público en general, y en particular a las víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y violaciones graves del derecho internacional humanitario, de los derechos y recursos que se tratan en los presentes principios y directrices y de todos los servicios jurídicos, médicos, psicológicos, sociales, administrativos y de otra índole a los que pueden tener derecho las víctimas. Además, las víctimas y sus representantes han de tener derecho a solicitar y obtener información sobre las cau- sas de su victimización y sobre las causas y condiciones de las violaciones mani- fiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de las violaciones gra- ves del derecho internacional humanitario, así como a conocer la verdad acerca de esas violaciones.

 

XI. No discriminación

 

25. La aplicación e interpretación de los presentes principios y directrices se ajus- tará sin excepción a las normas internacionales de derechos humanos y al derecho internacional humanitario, sin discriminación de ninguna clase ni por ningún motivo.

 

XII. No suspensión

 

26. Nada de lo dispuesto en los presentes principios y directrices se interpretará en el sentido de que restringe o suspende la validez de cualquiera de los derechos u obligaciones dimanantes del derecho interno y del derecho internacional. En parti- cular, se entiende que los presentes principios y directrices se aplicarán sin perjuicio del derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones. Se entiende además que los presentes principios y directrices se aplicarán sin perjuicio de las normas especiales del derecho internacional.

 

XIII. Derechos de otras personas

 

27. Nada de lo dispuesto en el presente documento se interpretará en el sentido de que menoscaba los derechos internacional o nacionalmente protegidos de otras per- sonas, en particular el derecho de las personas acusadas a beneficiarse de las normas aplicables relativas a las garantías procesales.